“Canciones Vol. 1” Saúl Ojeda
“Canciones Vol. 1” Saúl Ojeda
Texto por Pamela Vazquez Moreno
“Canciones Vol.1” es un álbum que refleja a un Saúl Ojeda joven y curioso. Retrata perfectamente, como dice él en entrevista con Letras en jazz, “un momento de su vida sin ser juzgada y nada más”, y si uno ve la portada del disco, eso refleja: juventud, amor y cierta liviandad mostrando su profesionalismo y creatividad en cada una de sus composiciones, pero este álbum no fue fácil.
En plena pandemia y con la necesidad de ya tener un disco bajo la manga como “carta de presentación”, Saúl grabó este disco en el 2021 en el estudio “La casa del árbol” junto con otros grandes músicos de la escena de jazz de Ciudad de México: Laura Itandehui en la voz, Roberto Verástegui en el piano, Gabriel Puentes en la batería y Diego Franco en el sax tenor, garantizando que tomarte menos de una hora de tu vida para escucharlo, valdrá la pena.
Lo grabó en un lapso de dos días, sacando las rolas que encontró “aquí y allá” o, incluso, componiendo alguna unos días antes; para el 2022, ya listo para lanzarlo, se preguntaba “¡¿Por qué grabé esto?!”, pero para el 2023 un “chinguesú madre” le dió el empuje necesario para publicarlo en plataformas y hacer algunas presentaciones.
Quitó tracks y hay cosas que siguen sin encantarle; aprendió que si quiere hacer un disco necesita, mínimo, 100 mil pesos, pero al final está orgulloso del resultado… Aquí la explicación musical y hasta teórica, así como las historias detrás de cada track, que nos contó el compositor en la sala de su casa.
La carnita
“Belladonna”
Una rola que, de acuerdo con Saúl, buscaba reflejar la influencia de The Jazz Messengers. Se le vino a la cabeza el tema de un día “valiendo madres de una gripe espantosa y comiendo chochitos de belladona” por allá del 2018.
Una gran forma de empezar el disco con la batería de Gabriel Puentes lanzando sobre la mesa el tono jovial, atrevido y divertido que marcará el resto del disco. Una composición con lindas melodías y ritmos latinos.
“Canción 2”
Nace de un ejercicio de la clase de “Armonía Tonal 1” de la Escuela Superior de Música en la Ciudad de México, en donde el reto era hacer una composición para cello y piano con una forma through composed ABCD, es decir, cada sección es una idea distinta y tocadas por el saxofonista, emanando una delicada sabrosura para bailar bien pegaditos.
Podemos escuchar el solo serio y profundo de Saúl. Después continúa el solo de Verástegui con notas más abiertas que pintan un paisaje sonoro de verdes y rosas, y por último, tenemos el solo de Diego Franco que nos conduce por un intenso camino para llegar de vuelta a la melodía.
“Senning Song”
Con la impecable voz de Itandehui, Senning Song nos lleva por una balada de melancolía y tranquilidad. “Sabio” en japonés, “Senning” es una composición directamente influenciada por el mundo otaku, particularmente del “sabio pervertido” Jiraiya.
Pieza pre-pandémica, la encontró en una grabación olvidada de su celular, recordando que este también fue un ejercicio de la Escuela Superior de Música en donde eligió una sección de la canción de Duke Ellington “Come Sunday” con Mahalia Jackson que dice “Lillies in the Valley” para crear de ahí una nueva obra.
“Rabo de nube”
Composición y disco de los años 1980 del cubano Silvio Rodríguez, covereado ya por otros jazzistas como Charlie Haden. “Necesitaba un cover en mi álbum” y eligió ofrecer una versión hermosa, no solo por el acompañamiento de los músicos, también por el valor emocional que tiene al ser esta una música con la que creció junto a sus padres.
El color y el tono de la voz de Itandehui carga en sí un elegante folklore; un solo articulado y oscuro de contrabajo de Saúl que cuida la intención de “Rabo de nube”; el solo de Verástegui, con tono tranquilo, se pueden distinguir bien partes clave de la melodía original, llevando de la mano al oyente.
“Fresas”
El single del álbum. Después de un rabo de nubes y un aguacero en venganza, nos avientan esta composición mucho más soleada.
A un ritmo de 6/8 y con influencias del huapango y bolero, este es un bello resultado de un ejercicio de composición que es “lo mejor que he escrito” dice Ojeda. Con una forma de AAB (dos ideas musicales distintas), quiso hacer una rola con la que pudiera tocar fácilmente con otras personas y que otras personas la pudieran tocar con él (como ya lo hizo con Francisco Mela).
Fresas es la composición musical de un cuento corto, literal y prácticamente. Retrata un cuento corto de Ojeda sobre un recolector de fresas a la orilla de la carretera y sí, se puede percibir cómo, entre todos los músicos, pintan ese cuento con sus respectivas etapas de tensión y distensión, siendo evidente que el clímax lo traza Verástegui. Es realmente bello.
“Song for a kid who remained a kid”
En esta balada, la voz de Itandehui y el sax tenor de Diego Franco se acompañan para dibujarnos una escena sonora calma, perfecta para marcar una dinámica en el álbum bastante sana y coherente con la intención del autor en cuidar el arco del mismo.
Uno de los tracks que se puede interpretar como un recordatorio para cuidar la creatividad y curiosidad sobre todo del tiempo mismo.
“Blues for Ben”
La más movida, rápida y juguetona de todas. Este blues cierra el disco y lo hace impregnando en uno la sensación del “fin” como lo hace un libro. Una melodía “muy básica” según Ojeda, pero sabemos que es la modestia hablando. Una composición que tenía que estar en su disco porque “todos los discos que me gustan, tienen un blues y mi disco no puede no tener un blues” así que unos días, antes de ir al estudio de La casa del árbol, la compuso como agradecimiento a su profesor Ben Street.





